19 abr 2012

El 14 de abril de 1912 también nació Robert Doisneau.

El pasado sábado 14 de abril se cumplían 100 años del hundimiento del Titanic, y los medios de comunicación nos bombardearon con noticias, curiosidades, reportajes, series, películas, más noticias… La verdad es que me levanté para ver el logo que Google debía haber dedicado al transatlántico, y me sorprendí (gratamente) al descubrir que los señores de Google habían pasado del Titanic para hacerse eco de un fantástico fotógrafo: Robert Doisneau.



No sabía la fecha exacta del nacimiento de Doisneau pero sí lo conocía (y no solo por su archiconocida fotografía El beso del Hôtel de Ville), ya que un querido profesor de la universidad nos enseñó lo que era “La escuela francesa de la luz”, o los incios de la Fotografía Humanista, inaugurada en París por Henri Cartier Bresson, Willy Ronis y Robert Doisneau.






Más allá de la famosa fotografía citada - que, por cierto, forma parte de una serie llamada “Besos”, de los cuales las gran mayoría son posados (y no por ello menos auténticos),  encargada por la revista “Life” sobre los amantes en París- Robert Doisneau tiene un amplio trabajo, que destaca por su interés hacia la clase obrera y trabajadora, a la que fotografía con una gran ternura y a la que carga de nobleza.  Una visión humanista cargada de optimismo pero con el duro trasfondo de los suburbios parisinos, dotando a sus imágenes de un realismo social latente. A pesar de pasar por la crisis de los años 30, y de la Segunda Guerra Mundial en París Doisneau retrata sin necesidad de violencia, sino con optimismo, de una manera poética y humanista.




Fotógrafo de la clase obrera, de la noche y los cafés de París, de Vogue entre 1949 y 1953, trabajó para diferentes agencias,  publicó en decenas de cabeceras, realizó un sinfín de retratos (a pesar de ser muy tímido, sus primeras fotografías no tienen figuras humanas), expuso en el MOMA de Nueva York… Se le han dedicado películas y libros, y, también, la cabecera de Google :) 




Su secreto: la paciencia, “esperar el milagro”.

Robert Doisneau
Elena P. López

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